Gijón
El faro de Torres es el sucesor de la desaparecida "farola" del cerro de Santa Catalina de Gijón, que se decidió suprimir en 1902. Continuos conflictos sobre su ubicación con el Ministerio de la Guerra retrasaron su ejecución hasta que se aprobó el proyecto en 1917 quedando situado en su ubicación actual al resguardo de la batería de la costa.
El cabo de Torres está en la zona occidental del puerto de Gijón. Dista unos 7 km de la ciudad gijonesa y es el saliente costero más importante de todo el concejo. El faro construido en 1923 y recientemente rehabilitado al pasar a formar parte del denominado Parque Arqueológico Natural de la Campa de Torres, donde se ha creado una biblioteca arqueológica sobre la historia del mismo y de los demás faros de la costa asturiana. Desde el cabo se pueden contemplar unas hermosas vistas de todo Gijón, así como de la costa occidental (playas de Xivares, Perlora, Candás) y oriental del Principado. En una amplia explanada cercana se han encontrado los restos de un antiguo asentamiento astur-romano, el Castro de Noega.
Altura sobre nivel del mar 82 m., su instalación estaba compuesta por una linterna cilíndrica, un aparato giratorio de 4º orden y un sistema de incandescencia por vapor de petróleo para dar la característica actual de dos destellos cada 10 segundos y un alcance de 25 millas náuticas. En 1936 se electrificó y en 1939 se colocó una sirena para alertar a los barcos en caso de niebla. (Datos de la Autoridad del Puerto de Gijón).
El edificio ha sido restaurado, dispone de un observatorio de aves y está integrado dentro del Parque Arqueológico de la Campa Torres. Por su valor histórico, la naturaleza y los paisajes que desde él se dominan, el faro y el cabo se ha convertido en uno de los puntos principales a visitar de la costa de Asturias.
Hoy faro y cabo quedan minimizados con la construcción del Dique de Abrigo del Puerto del Musel.