El faro de Mera es uno de los más curiosos que he grabado hasta ahora, puesto que está formado por dos torres muy parecidas, y separadas entre ellas trescientos metros. en realidad son torres de enfilación y ambas tienen la luz delantera blanca y roja, y la posterior blanca. al lado de la más pequeña, y cercana al mar se encuentra, la antigua vivienda del farero, que actualmente alberga el Aula del Mar.

Llegar hasta el faro es realmente sencillo. Entrando en Mera hay que atravesar el pueblo, por su bonito y empedrado paseo marítimo; ya casi saliendo de Mera se ve una carretera a la izquierda con un cartel que señaliza el faro. Sólo hay que seguirla durante unos dos kilómetros y ya llegamos al Aula del Mar.

El primer faro está justo detrás. Desde allí hay unas vistas espectaculares de la ría, que alcanzan hasta la Torre de Hércules. Las torres fueron construidas en 1917, y en 1932 las dotaron de electricidad. Una de ellas mide 11 metros y la otra 14. Ambas son de hormigón pintado de blanco y están rematadas por un enrejado de piedra. Vale la pena además, hacer una visita al Aula, porque alberga pequeñas exposiciones y proyectan audiovisuales, y tienen mucha información sobre el duro trabajo de la gente del mar, y sobre la vida natural de la comarca.

La segunda torre, a pesar de ser la más alta de las dos, es un poco más difícil de encontrar que la primera. recibe además menos visitas que su hermana pequeña, pero es quizá un poco inaccesible y menos vistosa que la anterior. Para llegar hasta ella salimos paseando desde el Aula del Mar, por la misma carretera de llegada, y a unos trescientos metros a mano izquierda, veremos un caminito que sube y allí, en medio de las rocas y de toxos, se levanta el faro.

Pero Llegar hasta el segundo faro vale la pena. el paisaje que se divisa es también magnífico. pero un atardecer desde este punto te reconcilia con la vida.