Faro de Rebordiño
Este elegante a la par que discreto faro está situado a apenas un km al oeste de la villa de Muros, en la carretera que lleva hacia Carnota. Y digo discreto porque en las ocasiones en que transité por esta vía nunca reparé en él. Aunque conste que está situado en una curva, y al dejarlo a mi derecha no es nada fácil verlo. Tienes que saber que está ahí, pero también lo descubres si haces el recorrido para entrar en Muros y no para salir, como solía hacer yo.
Fue inaugurado el 1 de septiembre de 1909, con el fin de reforzar la iluminación del faro de Louro, y así facilitar la entrada al puerto de Muros. Inicialmente tenía un alcance de 6 millas.
Su esbelta torre, con 6,5 metros de altura, le da una personalidad propia, puesto que es la única de fundición de hierro entre los faros gallegos. Tiene un aire residencial al estar adosado a un lateral de la vivienda, en vez de a su fachada; esto se decidió así por el poco terreno disponible. El edificio es de dos plantas y tiene forma de U; en la planta inferior se situaron las dependencias destinadas al servicio del faro, y en la superior la vivienda del torrero, bastante amplia.
El faro fue automatizado en 1924, y quedó entonces como vivienda para el técnico que atendía todas las luces de la ría de Muros, instalándose en aquel momento la pasarela que une la linterna del faro con la azotea del edificio. En la actualidad depende de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía de Arousa, y se encuentra deshabitado.