Faro de Alcanada
Se trata de una torre y una casa blancas, situadas en un pequeño islote de Alcudia, en el que durante 100 años vivieron los guardianes del faro.
Fue proyectado por Emili Pou. Se inauguró el 15 de mayo de 1861 como faro de 6º orden, con óptica catadióptrica y luz fija. En 1863 se colocó una cubierta de vigas de hierro (las de madera ya estaban podridas). En 1866 se sacó a subasta el servicio de lancha (como en los otros faros que necesitaban este servicio) concediéndose por 584 escudos anuales, por lo que en 1867 los marineros dejaron de vivir en la isla y se trasladaron al Puerto de Alcudia, debiendo realizar dos viajes semanales al faro, o viajes extra si los torreros comunicaban una necesidad urgente mediante la colocación de una bandera blanca. En 1917 se instalaron en la óptica unas pantallas giratorias, pasando a tener una apariencia luminosa de 3+1 ocultaciones y produciendo el foco luminoso mediante un quemador de gas acetileno. El gas era elaborado en el mismo faro, utilizando para ello un gasógeno donde se mezclaban piedras de carburo cálcico y agua. En 1922 se sustituyó la azotea por una cubierta de tejas, debido a los fuertes problemas de infraestructura causados por las humedades. En 1960 fue retirada la linterna, colocándose en su lugar otra no visitable y quedando en ese momento automatizado el encendido mediante válvula solar. Este fue el motivo por el que, al siguiente año, quedó el faro sin personal residente. Su apariencia luminosa pasó entonces a ser de destellos blancos equidistantes. Posteriormente, en la década de los noventa, se instalaron paneles solares lo cual permitió la retirada de los aparatos de gas. Actualmente, aunque conserva la vieja linterna de gas AGA, cuenta en su interior con una moderna óptica acrílica de Leds de 54 vatios de consumo. Como en muchos otros faros, los torreros de Alcanada tomaron parte activa en el socorro de las víctimas de varios naufragios.