Baterías de Cabo Silleiro
En tierras gallegas encontramos un lugar cargado de historia. Se trata de las baterías del Cabo Silleiro.
La historia de este lugar comienza con el estallido de la guerra civil, el ejército Franquista decidió construir esta base militar para proteger el puerto de Vigo. Con el paso de los años y la llegada de la democracia, se convirtió en un cuartel en el que los jóvenes eran enviados para hacer la mili, gente destinada aquí comentaba que algo extraño había en esos túneles, algunas noches escuchaban murmullos, alaridos y gritos de desesperación, pocos de estos soldados estaban a gusto allí dentro. Poco a poco con la reestructuración militar y el haberse suprimido muchas unidades del ejército del noroeste, el cuartel se fue abandonando sucesivamente hasta quedar un pequeño destacamento militar para vigilarlo, estaba compuesto por 3 hombres, el sargento y dos cabos. El sargento se iba a dormir a Baiona, mientras dejaba a los dos cabos la vigilancia del lugar. Estos presos del pánico por las cosas extrañas que veían, que sentían y que escuchaban, escapaban en secreto al Faro situado a unos metros, a pasar la noche en la casa del farero. Al final el ministerio de defensa decidió cerrar el lugar, tapiarlo y con ello enterrar el misterio de ese bunker. En los últimos años, como había dicho, los vándalos lograron abrirlo a martillazos y hoy día es visitable. Quizás por eso se farfulla en todo el pueblo que recientemente una joven fue violada y asesinada en estos túneles. Un nuevo dato negativo que aumenta la leyenda negra de ese inhóspito cuartel.
Los habitantes de la zona comentan que allí se realizaban ritos satánicos, reuniones del ku kus klan y se habla «en voz baja» de la violación y asesinato de una joven que dicen desapareció en las instalaciones cuando las visitaba con unos amigos en la década de los 90…su cuerpo fue encontrado horas más tarde dentro del bunker. Quizás sean historias reales o puede que solo sean leyendas urbanas. Buceando en foros de internet me encuentro con relatos de personas que han hecho la mili en dicho lugar y hablan de que pasaban miedo por las noches, que se escuchaban gritos en el interior del bunker y que incluso algunos se negaban a hacer las guardias en esa zona. Otras personas que han entrado en el bunker muchos años después cuando ya el lugar estaba abandonado cuentan que se escuchaban extraños sonidos, pisadas, e incluso alguien afirma haber visto una sombra negra que avanzaba por el pasillo y desaparecía en una de las habitaciones.