Mar de Ibiza
La isla de las mil caras. Está situada a 79 km al este de la península ibérica, frente a Denia, 80 km al suroeste de la isla de Mallorca, y 3 km al norte de Formentera. Su capital es Ibiza y las dos poblaciones más importantes, además de la capital, son San Antonio Abad y Santa Eulalia del Río, y el mayor municipio, San José.
Las islas de Ibiza y Formentera, junto a más de cincuenta islotes —el más grande de los cuales es Es Vedrá, con una altura de 382 m—, reciben el nombre de islas Pitiusas. Forman un archipiélago diferente al integrado por Mallorca y Menorca, aunque hoy en día se hable del archipiélago Balear y formen parte de la misma unidad administrativa. Ocupa una superficie de 572 km² y por ella discurre un solo río, el de Santa Eulalia del Río, único río de Baleares, que desde hace bastantes años permanece seco en buena parte de su longitud por la excesiva explotación de los recursos acuíferos de la isla. La máxima altitud de la isla es Sa Talaia con 475 metros de altura.
Ibiza proporciona un excelente ejemplo de la interacción entre los ecosistemas marino y costero. Las densas praderas de Posidonia oceánica (hierba marina), una importante especie endémica que se encuentra sólo en la cuenca mediterránea contiene y sostiene a una diversidad de vida marina. Ibiza conserva evidencias considerables de su larga historia. Los lugares arqueológicos de Sa Caleta (asentamiento) y Puig des Molins (necrópolis) testifican el importante papel que tuvo la isla en la economía mediterránea en la protohistoria, particularmente durante el periodo fenicio-cartaginés. La fortificada Ciudad Alta (Alta Vila) es un destacado ejemplo de arquitectura militar renacentista; tuvo una profunda influencia en el desarrollo de las fortificaciones en los asentamientos españoles en el Nuevo Mundo.