Faro de la Banya
Se tiene noticia de que hacia 1504 había una torre de vigía en la península de Els Alfacs.
Según el Plan de Alumbrado, era necesario un faro para facilitar la entrada de las embarcaciones que querían refugiarse en Els Alfacs, evitando a la vez los bajos que hay en la zona. A tal efecto preveía una luz fija y un aparato de tercer orden.
Por otra parte, el Plan de Balizamiento comentaba que era necesaria una boya de campana en la punta del Galatxo para señalar la entrada de la rada de Els Alfacs, como complemento del faro de La Banya. El faro, una gran estructura de hierro de 19 m de altura, se estrenó en 1864 con una luz fija de tercer orden y se convirtió en el segundo en importancia de los tres previstos en el delta.
No tenía camino de servicio y el aprovisionamiento solía hacerse por mar. Si resultaba imposible, se hacía a pie por la punta del Clot, recorriendo diez kilómetros de distancia. Con servicio de dos fareros, las viviendas eran minúsculas: una estancia y una cocina (hasta 1913 no dispusieron siquiera de una cisterna de agua potable). En 1943 de automatizó. A iniciativa del director del puerto de Tarragona, se trasladó pieza a pieza a ese puerto, donde se ha puesto en valor.
La torre actual que hay en el delta del Ebro se erigió en 1978. Es de hormigón, cilíndrica, más ancha en la base, con bandas blancas y negras y de 26 metros de altura.