En la punta del mismo nombre, en el municipio de Mijas, el primitivo faro se construyó en 1863 en la punta más saliente del litoral malagueño para la utilización de los barcos que procedente del Mediterráneo embocaban hacia el estrecho de Gibraltar y fue provisto de una lente que proyectaba una luz, alimentada por aceite de oliva, a una distancia de 16 millas.

En 1928, dado su estado ruinoso, se construye una nueva torre en piedra de 25 metros de altura y se le dotó de un aparato de iluminación trivalvo, lo que lo convirtió en el primer faro aeromarítimo de España para ayuda de la navegación aérea de las líneas que cubría los trayectos de Toulouse/Casablanca y la base de Tablada, en Sevilla, con el norte de Marruecos. Con estas reformas su alcance se luz se elevó hasta las 30 millas para la navegación marítima y 14 para la aérea.

Adosada a la torre a través de un pequeño pasadizo cubierto se encuentra la vivienda del farero, de una planta, pintada de blanco y tejado a cuatro aguas.

La linterna utilizó sucesivamente como combustible aceite de oliva y petróleo, hasta su electrificación definitiva en 1949.

Actualmente el faro se encuentra totalmente rodeado por las viviendas de una de las numerosas urbanizaciones residenciales que ocupan toda la Costa del Sol