Faro de Barbaria
Faro de Cap de Barbaria, con poco más de 17 metros de altura y un diámetro de 3, fue diseñado por Rafael Soler. Antes del Plan General de 1967, ya se reclamaba desde el mundo de la navegación local, la construcción de un faro en esa parte de las Pitiusas. Representa un típico faro de los levantados durante los años setenta, automatizado desde el principio mediante válvula solar, con una óptica giratoria catadióptrica y mezcladores Dalen de gas acetileno. Se inauguró el 15-06-1972. En 1995 se instalaron nuevos equipos de alumbrado alimentados con energía fotovoltaica, pero conservando la óptica original.
El sistema de rotación pasó entonces a ser de tipo electromagnético, y la iluminación comenzó a realizarse mediante el empleo de lámparas de descarga. Estuvo a cargo de los técnicos residentes en el faro de La Mola, hasta que éste quedó deshabitado. Ambos faros están hoy día tele controlados y su mantenimiento depende de los técnicos de Ibiza. El faro de Barbaria es la luz más meridional del archipiélago balear. Debido a su protagonismo en diferentes eventos mediáticos, como la película del director Julio Medem “Lucia y el sexo”, y algunos spots publicitarios, se ha convertido en uno de los reclamos turísticos más destacados de Formentera. Se encuentra situado en el enclave menos poblado de la isla, con un entorno rocoso que le aporta una gran singularidad.
El nombre Barbaria tiene origen controvertido: hay quien lo asocia al nombre de las poblaciones que habitaban las costas africanas, los bereberes precisamente, y quien lo atribuye a las violentas depredaciones por parte de los piratas, verdaderas «barbarie» a las que la isla estuvo sometida durante muchos años.
El paisaje natural que rodea el faro es un territorio muy poco hospitalario: a su alrededor observará sólo la áspera y dura roca mientras que la vegetación ha abandonado desde hace tiempo cualquier intento de vida.