Faro de Mahón
Fue inaugurado el 20 de marzo de 1852, al mismo tiempo que el de Na Pòpia, con una óptica catadióptrica de 6º orden y luz fija. El proyecto fue redactado por Antonio López y Montalvo. La particularidad de encontrarse en las proximidades de una batería militar de costa, hizo que surgieran protestas por parte de los mandos militares al ver cómo el faro obstaculizaba un sector de tiro. Además los torreros allí destinados estaban atemorizados porque los proyectiles llegaban incluso a entrar dentro del edificio, poniendo en peligro sus vidas y el de sus familias, a pesar de que eran avisados para salir del faro cuando se iban a producir prácticas de tiro. Esto motivó el apagado del faro en 1912 y su sustitución por un fanal móvil colocado en un pescante metálico al borde del acantilado, que producía una apariencia luminosa de grupos de 4 ocultaciones cada 15 segundos, mediante una óptica dióptrica de 9 anillos y una lámpara Maris de una mecha alimentada con petróleo. De esta manera cada vez que se decidía disparar los cañones, se plegaba el pescante dejando libre el espacio de tiro. Su alcance pasó a ser de 9’5 millas náuticas con visibilidad media. Sin embargo el antiguo edificio no se derribó hasta 1917, reutilizándose parte del material demolido para la construcción del faro de Favàritx. El 22 de julio de 1918 quedó electrificado el alumbrado del fanal situado en el pescante. Ese mismo año se electrificaron también los faros de la Creu, Cap Gros, Ciutadella, Botafoc y Portopí. Por otro lado, a unos 100 metros de distancia del antiguo faro de Mahón, se construyeron unas viviendas nuevas para los torreros, que han continuado siendo utilizadas como tales hasta nuestros días. En el lugar donde se había instalado el pescante se acabó construyendo una torre de hormigón con caseta, que es la estructura con la que ha llegado a nuestros días.