Islas Medas
Situado a 86 metros de altura sobre el nivel del mar en lo alto de la isla Meda Gran, marcando de forma majestuosa el canal que separa la línea costera de Torroella y las propias Islas Medes.
Inaugurado en junio de 1868 por orden de Isabel II (conocida como la Reina de los tristes destinos) justo antes de su salida del país por la Revolución de 1868 (conocida como La Gloriosa), motivo por el que fue el último ordenado bajo su reinado.
Este faro es importante tanto por su funcionalidad y ubicación como por algunas de sus características históricas. Gracias a su situación, en la línea de prolongación en el mar del macizo del Montgrí, delimita el punto sur de las cuerdas lumínicas del Faro de Roses y del Faro de Cap de Creus. En cuanto a su historia, debemos destacar que se trata de uno de los primeros faros organizados sin personal permanente, ya que inicialmente era atendido por el farero de Roses que cada semana reponía el combustible del faro hasta que en noviembre de 1933 sufrió un naufragio, este fue uno de los motivos por los que se decidió atenderlo directamente desde l’Estartit.
En la actualidad, las islas están deshabitadas, pero restos de naufragios indican que fue una zona de paso para los barcos griegos. Vasos lacrimatorios y huesos humanos encontrados en la Meda sugieren que también sirvieron de necrópolis. En el s. XV se construyó una fortificación en la Meda Gran, habitada por caballeros del Santo Sepulcro. Cuando los monjes abandonaron la fortaleza, y tras numerosos ataques piratas, en el s. XVI se hundió la parte de la isla que contenía la fortaleza. En los conflictos bélicos del s. XVIII se utilizó como prisión y hasta 1890 como guarnición militar.
Mucho más recientemente, en 1982, se reformó añadiendo un sistema lumínico, pionero en España, alimentado por energía solar, con un alcance de 14 millas náuticas y secuencias de 4 destellos cada 24”.