El Fuerte de la Galea
Para entender la historia de este fuerte debemos remontarnos a la época en la que el pueblo vasco era uno de los líderes mundiales en la pesca de la ballena, uno de los pueblos que mejor entendía la técnica, valor y destreza necesarios para aquella gran hazaña. No estamos hablando de pesca masiva industrial, estamos hablando de una docena de hombres ataviados con poco más que un arpón y su propio cuerpo en una pequeña embarcación en la que debían remar durante horas y que era minúscula ante el tamaño de una ballena. Ahora bien, os preguntareis que tiene que ver todo esto con el Fuerte de la Galea. Simplemente era una forma de ponernos en situación y entender que antiguamente el País Vasco estaba lleno de atalayas desde donde se avistaban las ballenas, puntos estratégicos de nuestra costa que muchas veces fueron sustituidos por construcciones militares, como es el caso. Aunque el fuerte data del siglo XVIII, ya en el siglo XVI existía una antigua atalaya en este mismo punto de la costa getxotarra.
Seguro que todos habéis estado alguna vez por el mítico paseo de Galea: recorrido que empieza en el Molino de Aixerrota y termina cerca de la playa salvaje de Sopelana. Los que no lo hayáis hecho nunca, ya estáis espabilando, para disfrutar de una de las mejores vistas de Getxo. Y los que sí lo hayáis hecho, es probable que os haya pasado como a mí, que he pasado por delante de este monumento decenas de veces e incluso lo he visitado, pero no sabía muy bien por qué está ahí. Pues ya va siendo hora de conocerlo un poco mejor, ¿no?
El Fuerte de La Galea, conocido también como Castillo del Príncipe, está situado al principio del paseo, a la altura de la zona residencial de La Galea. Un lugar estratégico, sobre impresionantes acantilados, desde donde se vigilaba desde tiempos históricos muy tempranos la aparición de las velas de las temidas flotas enemigas y el resoplar de ballenas que se acercaban a nuestras costas.
La construcción del Castillo del Príncipe se encargó en 1740 al ingeniero y coronel Jaime Sycre ante la amenaza del litoral costero de una importante escuadra inglesa que merodeaba la zona. En ella participaron de forma "voluntaria" unos 600 trabajadores, que fueron reclutados de las poblaciones cercanas, comenzando la ejecución de la obra en 1.742.
La fortificación tenía una planta muy parecida a la actual, aunque no idéntica: hoy cuenta con dos baluartes en la parte del mar que no tenía en su inicio. Contaba con: un cuartel en su parte central, depósitos de pólvora y munición, literas para los soldados, un foso y puente de madera y un suelo empedrado por el que pasaban sus 20 cañones. En la guerra de la Convención lo ocuparon los franceses en 1795, y en 1827 lo destruyeron los ingleses. La construcción del castillo del Príncipe completaba la defensa del Abra junto a las baterías situadas en la margen izquierda, en la zona de Zierbena.
El fuerte cuenta con potentes muros de mampostería y sillería, tiene 14 troneras para cañones (en un principio tenía 18) y está rodeado por un foso en la parte de tierra. En su interior diversos edificios albergaban los almacenes, polvorines correspondientes, así como las instalaciones para la tropa.
"Las Reales Ordenes de la época de los Reyes Católicos ya hacían referencia a que la costa se cobraba tres o cuatro naufragios al año en este tramo. Pero fue durante las labores de construcción del muelle de hierro, cuando el ingeniero Evaristo de Churruca halló los primeros vestigios que confirman la leyenda negra del Abra bilbaíno. Durante el dragado de la barra se encontraron varias monedas acuñadas en la época del emperador Adriano.
En plena fiebre del hierro, los cartógrafos británicos también advertían a sus navegantes de la mortífera existencia de la barra noroeste en la entrada a Bilbao: Una lengua de arena comprendida entre la mojijonera de Las Arenas y Santurtzi que, hasta la construcción del muelle de hierro, se cobró miles de vidas.
El escaso calado de este tramo marino, que en marea baja apenas llegaba al metro de profundidad, abría en canal las cuadernas de los barcos, que quedaban a merced de las olas y se hundían sin remedio. De hecho, los cargueros que llegaban a Bilbao a cargar mineral tenían un casco plano, sin quilla, para no embarrancar. "
El fuerte de la Galea o Castillo del Príncipe es un fuerte de defensa situado en Punta Galea a la entrada de la ría del Nervión-Ibaizabal, en Guecho. Desde 1947 no tiene función militar alguna. El fuerte es una de las construcciones militares del siglo XVIII mejor conservadas del País Vasco y, sin duda, la mejor de Vizcaya. Ocupó el lugar de una antigua atalaya que ya existía en el siglo XVI. Fue proyectado por el coronel Jaime Sycre y se reclutó para la construcción a los vecinos de la zona. Se tardó un año en realizar su construcción, que empezó en 1742; su costo final fue superior a los 130.000 reales.