Castro Urdiales
Faro del Castillo de Santa Ana. Situado junto a la Iglesia de Santa María, es uno de los pocos castillos que se han conservado en Cantabria. Esta fortaleza constituía el principal lugar defensivo de la villa. Su estructura tiene forma pentagonal con fuertes cubos angulares. Es de mampostería y su construcción se cree similar a la de la Iglesia.
Formaba junto con la Iglesia, el entramado defensivo cerrado por la muralla de la villa, que desde aquí bajaba hasta la puebla vieja, rodeándola. Su posición estratégica permitía que, en caso de verse obligados a huir, los sitiados pudieran hacerlo por el mar. De hecho, cuando la ciudad fue conquistada en 1814 por los franceses, muchos castreños acudieron a la fortaleza para poder huir, embarcándose en buques ingleses. Fue construido en torno al año 1163. Realizado en mampostería y sin vanos al exterior, tiene forma pentagonal, aunque inicialmente debió ser de planta cuadrada.
El faro de Castro Urdiales (siglo XIX) se encuentra adyacente al castillo y fue encendido por primera vez el 19 de noviembre de 1853. El plano focal se encuentra situado a 49 metros sobre el nivel del mar y a 16,49 metros sobre el terreno. Inicialmente contó con un sistema de alumbrado basado en una lámpara de aceite con óptica fija, alrededor de la cual giraban dos lentes verticales que se accionaban con una máquina de relojería. Aparte del sistema de iluminación, desde 1953 existe una sirena de niebla compuesta de un único vibrador que emite la señal en código Morse de la letra "C", que se repite cada 60 segundos.
Completa este conjunto el Puente Medieval realizado en estilo gótico, también se le conoce como puente romano o puente viejo. Tiene un solo arco, y su función era la de facilitar el acceso a la Ermita de Santa Ana. En la parte exterior del parapeto norte hay un sillar de piedra arenisca en el que se pueden leer las letras MC y los números 617, que pueden corresponder a alguna fecha de reconstrucción.
Actualmente se ha propuesto un cambio de emplazamiento para recuperar el castillo. Sin embargo, los muchos años de servicio que lleva en este emplazamiento han conformado la imagen tradicional del pueblo con la dársena del puerto, la iglesia gótica de Santa María y el faro sobre el castillo, que forma ya parte del acervo cultural de la villa, impensable de modificar.