Mar de Cantabria
Una de las rutas de faros más espectaculares de nuestro país es la ruta de faros de Cantabria, que a lo largo de su costa tiene casi una decena de faros, todos con su historia y presidiendo paisajes de pantalla de cine. imprescindible para románticos, aventureros y bohemios.
Faro del Castillo de Santa Ana, seguramente es el más espectacular de todos los faros de Cantabria, Se levanta sobre uno de los torreones del castillo de Santa Ana. Gracias al más de siglo y medio que lleva funcionando, se ha convertido junto al castillo en emblema de una localidad que tiene un largo listado de atractivos.
Faros del Pescador y el Caballo, para los aficionados a los paseos largos con vistas de escándalo, no hay mejor excusa que querer ver estos dos faros de Santoña. Son unos 12 kilómetros en total contando con los 700 peldaños que desembocan en aguas cristalinas. Merece mucho la pena.
Faro de Ajo, es uno de los faros más fotogénicos de la costa cántabra por encontrarse en la punta del Cabo de Ajo. Desde este faro hay unas vistas impresionantes por un lado a la Bahía de Santander y por otro a la Ría de Castellanos con la Cordillera Cantábrica como telón de fondo. Un lujazo.
Faro de Mouro, al que llaman el faro maldito: levantado sobre la rocosa isla de Mouro, algunos de sus fareros vivieron episodios trágicos, cuando el farero que trabajaba en él fue arrastrado por una ola y perdió la vida en el mar. Faro de Punta de la Cerda, levantado en el noreste de la Península de La Magdalena, en la que se conocía como batería de Santa Cruz de la Cerda, comúnmente lo llamaban el Faro de la Argolla porque existía allí un amarre donde atracaban los barcos con dificultades.
Faro de Cabo Mayor, el faro de Cabo Mayor, un icono de la ciudad de Santander, es uno de los más atractivos de toda la península. Sólo por eso la visita merece la pena.
Faro de Punta del Torco, poco después de pasar el mirador que da a Los Locos, esa espectacular playa entre dos acantilados en Suances, se llega a este faro que lleva en uso desde 1863.
Faro de Punta Silla, su luz guio a los marineros por primera vez en las Navidades de 1871, y desde entonces cientos de miles de navegantes llegaron a tierra gracias a él. Aunque no todo son historias con final feliz: cuentan que hace 39 años el farero que entonces se encontraba a su cargo se despertó, bajó a la playa y encontró 14 cadáveres. Se trataba de las víctimas del naufragio del Lasarte, estrellado contra la costa de Prellezo durante la noche.